LA JUGADA DE MI VIDA

Muchas veces me pongo a pensar las horas que de pequeño dedicaba a jugar en la calle en el barrio de Zarzaquemada de Leganés, ciudad en la que he vivido hasta hace pocos años. Eran otros tiempos, los chavales no teníamos tantas cosas como tienen ahora, y las pocas que tenías las compartías con tus hermanos e incluso amigos. Por eso que mejor actividad que correr detrás de un balón de fútbol, un montón de canijos en la arena del parque. Siempre había que utilizar las zapatillas mas viejas, y las nuevas tenían un periodo de cuarentena a las cuales no se les permitían ni tan siquiera rozar un balón durante al menos un mes. Recuerdo a amigos de la infancia como Luisito, David cone, Jose, Poten, Mario, Dani, Cesar, Carlos… y un puñado de ellos mas. Solíamos darnos un timbrazo y bajamos un balón de reglamento y rápido empezábamos una pachanga en el parque minado de columpios y toboganes, pero para nosotros era como jugar en el Santiago Bernabeu. El partido terminaba cuando desde lo alto de una terraza la madre del dueño del balón le pegaba una voz para que subiera a cenar. Así un día tras otro, y siempre corriendo como autenticas "viborillas". Por si fuera poco, cada uno de nosotros jugaba en un equipo local con sus dos días de entrenamiento semanal y el partido de liga municipal el sábado, que solía ser siempre temprano. Nos acompañaban nuestros padres y el entrenador repatiéndonos en los coches como bien podíamos.
Yo pasé por equipos como el COVIZARZA, EL PARQUE VERDE, EL AD COVIGE con los que jugué varias ligas y tres “PEPINITOS DE LEGANES”( Torneo de fútbol con el mismo sistema de los mundiales, de proyección infantil y juvenil. El Pepinito nació en 1982 con motivo de la celebración del Mundial de España, y desde entonces se ha venido celebrando en la localidad coincidiendo con las fases finales de los mundiales y los europeos)

A medida que fuimos creciendo la mayoría se fue desmarcando de esta actividad tan MUNDANA.
Desde que estoy en León he tenido la suerte de conocer un grupo de gente (muchos amigos), con los que paso muchos y buenos ratos practicando lo que mas nos gusta. Quedamos todos lo jueves en pabellón de Los Agustinos y todos los sábados en el campo de fútbol de San Feliz.
Atrás quedo el parque lleno de columpios y toboganes y ahora jugamos en campos en buenas condiciones y equipados como jugadores profesionales.
Mientras lo hacemos nos olvidamos de todos los problemas e historias y al igual que cuando jugaba con los amigos del barrio, únicamente tengo una cosa en la cabeza: realizar



“LA JUGADA DE MI VIDA”



Aún sigo creyendo en los finales felices